jueves, 28 de junio de 2007

CRÍTICA FOTOGRÁFICA


Katharina Sieverding




Exposición: “Fotokunst. Fotografía Contemporánea Alemana”

Con obras de 9 heterogéneos artistas fotográficos alemanes llega a nuestro país la exposición Fotokunst. Lo característico de la muestra es sin duda la multiplicidad de recursos que los artistas utilizan: pintura, diseño, colores, texturas y performance. Aquí la constante es dejar de captar una realidad, se da paso así a una creación de nuevas imágenes que provocan la imaginación del observador. La provocación permanente hacia los ojos del espectador parece ser el objetivo.


Los fotógrafos incluidos en la muestra, representan la fotografía alemana de la segunda mitad del siglo XX, creaciones que fueron obtenidas entre los años 1969 y 1993. El término Fotokunst proviene del alemán Fotoarte, y en el fondo la exposición hace eco de ello, de una nueva forma de incluir la fotografía dentro de una nueva concepción de la creación artística. Se reúne así el trabajo de un grupo de fotógrafos comprometidos con la experimentación técnica, la inclusión de la pintura como recurso y una serie de trabajos relativos a la globalización y las estrategias de los medios de comunicación masivos.
Los trabajos presentados resultan sumamente heterogéneos, por cuanto cada autor aborda diferentes temáticas y recursos técnicos. Se representa así la tensión existente en la fotografía alemana contemporánea.



Uno de los fotógrafos más destacados es Dieter Appelt, quién en sus trabajos se mueve por el campo de la irrealidad; creando una especie de juego de fantasía que tiene como eje partes del cuerpo humano, especialmente rostros y manos. Sus fotografías que son en blanco y negro logran generar una belleza a partir del impacto; un impacto que se traduce en rostros y manos resquebrajadas y demacradas, que adquieren vida a través de recursos como el contraste y la utilización de primeros planos (que dejan entrever cada detalle). El observador puede así reinterpretar esa demacración, jugar con su imaginación y su perspectiva del ser humano moderno.

El cuerpo más que fotografía adopta un estatuto de escultura.
En la muestra también se pueden apreciar imágenes de la serie de Appelt, del tableau space, en donde emplea objetos de metal a los que aplica efectos de movimiento; para ello utiliza la técnica del manejo de la luminosidad, generando así una sensación de fricción de los metales que adquiere una inusitada belleza. Appelt también trabaja con autorretratos, en los cuales se caracteriza por utilizar primerísimos primeros planos, generando así una sensación de impacto visual, que deja entrever los más mínimos detalles, generando lo que parece ser una constante en su trabajo: un cierto, impacto visual.







Klaus Rinke



La obra que más llamó nuestra atención fue “Alemania se alemaniza” (Deutschland wird deutscher) de Katharina Sieverding. Dicha creación se compone de un tríptico fotográfico, en el que aparece el rostro sufriente de una mujer, que tiene en su cabeza varios cuchillos enterrados. La imagen es clara en el lado izquierdo y comienza a oscurecer a medida que avanzamos con la mirada hacia la derecha, hasta quedar completamente oscura. La frase que hace de esta obra transgresora, es una inscripción con letras blancas que se encuentra en la parte superior y que dice: “Alemania se alemaniza”. En su momento la obra fue sumamente criticada, hasta el punto de llegar a ser censurada en Alemania en el año 1992. Lo importante de la creación, es que permite realizar una fuerte crítica social, y por tanto una defensa de los valores del humanismo, que en la sociedad contemporánea parecen ir perdiendo terreno.
Sieverding también realiza retratos, los cuales aborda desde una mirada crítica que pretende abordar temas como el racismo y el silencio, entre otros. El tema del racismo se desprende de su retrato titulado “matón”, en el que aparece un rostro moreno, jugando con el contraste entre el negro y un color enrojecido.



El cuerpo y sus diversos rincones parecen ser una constante en los fotógrafos contemporáneos alemanes. Thomas Florschuetz también trabaja este punto, pero desde una mirada que utiliza variados colores y que trata de mostrar las partes del cuerpo desde diferentes perspectivas y enfoques. Se pierden así las referencias tradicionales, como en el caso de una foto en donde aparece un dedo con un fondo de color; la imagen está tomada desde tan cerca que la huella dactilar aparece en toda su dimensión, generando que el observador pierda su noción tradicional de algo tan simple como la fotografía de un dedo.



Al hablar de la foto-performance alemana se debe hacer referencia a Klaus Rinke, quién destaca por sus intervenciones en lugares cotidianos y donde generalmente él es el protagonista. Su obra “Estación Central de Hamburgo” tiene como característica que en medio de las líneas férreas fueron colocados un montón de tarros; en otra de sus intervenciones “Volcando 250 litros de agua”, Rinke aparece en la foto volcando tarros con agua en medio de una calle; también destacan sus fotos al mar mediterráneo y al codo del Rhin, por cuanto este fotógrafo parece tener una gran pasión por el océano, incluso en su obra “Mediterráneo” no hace más que sacar una foto al medio del mar, en la que aparece agua y absolutamente nada más.



En este breve comentario lamentablemente hemos dejado a varios artistas fuera de mención, pero ello debe ser una motivación para asistir a esta interesante muestra, que permite apreciar un abanico heterogéneo de la fotografía alemana contemporánea. Podemos así contemplar cosas tan elementales como el retrato, la utilización del cuerpo humano y la foto en blanco y negros; hasta la incorporación de recursos como el montaje y el color, o la creación de esculturas a partir de fotografías. Hacia el final de la muestra, podemos apreciar también a los artistas críticos de la sociedad moderna, de sus vicios, y que ironizan con el marketing y la publicidad que parece apoderarse del mundo. Así es fotokunst, una invitación a recorrer, y por cierto criticar desde una mirada individual lo que consideramos o no, como fotoarte.




















Dieter Appelt

CRÍTICA FOTOGRÁFICA

Wim Wenders, Himmel über Berlin, 1987


Exposición: “Más de lo que los ojos pueden ver”

Desde el 20 de abril se encuentra en nuestro país – y por primera vez- la exposición colectiva de fotografía “MÁS DE LO QUE LOS OJOS PUEDEN VER”, de la Colección Deutsche Bank.
Ubicada en las dependencias del Museo de Artes Visuales de la ciudad de Santiago, la muestra nos ofrece una agradable tarde junto a importantes trabajos de la fotografía alemana contemporánea.
Cerca de cincuenta artistas, incluyendo a algunos de los creadores más relevantes del arte y la cultura alemana de la segunda mitad del siglo XX, tales como Gerhard Richter, Sigmar Polke, Bernd y Hilla Becher, Andreas Gursky, Wolfgang Tillmans y Wim, Wenders, dan vida a esta importante colección.

Llama a la atención, cómo Andreas Gursky nos propone una especie de exploración a algo tan distante como podría ser la Bolsa de Comercio de Tokio o de Singapur. El cineasta, Wim Wenders a través de sus retratos de la ciudad contemporánea, nos muestra la soledad y el desgarro que se provoca al observar esta arquitectura creada para el hombre y hoy completamente vacía.
Toda fotografía es morir un poco, porque es un registro del instante que queda impreso en la hoja y refleja el tiempo pasado. Esto es lo que busca reflejar Jürgen Klauke por medio de la performance de experimentación artística.
La trascendencia de estos trabajos los ha convertido en una fuente muy influyente de del desarrollo de la plástica internacional en las últimas décadas.

A primeras, el título de la exposición nos sugiere una percepción mucho más que visual, para la cual incluso los 5 sentidos no bastan. Las casi 130 fotografías van desde la clásica impresión en blanco y negro hasta el collage y la obra mural, lo que permite que se vean realizadas muchas de las características de la fotografía contemporánea.

Así, el interés por la serialidad, la puesta en escena, lo documental, lo cotidiano, la ‘nueva’ objetividad y la moda convergen de manera tal, que hay que estar muy atentos a los múltiples mensajes o intenciones que se nos presenta.



Andreas Gursky,Stock Exchange, Tokyo, 1990.





Jürgen Klauke, Performance.

Wim Wenders, Himmel über Berlin, 1987

Análisis de Medios

En las publicaciones de nuestro país sin lugar a dudas aún queda mucho por crecer, para esto y como lo deslizábamos en el artículo principal, es necesario erradicar un montón de prejuicios alojados en la mente de los fotógrafos, pero por sobre todo de quienes son los encargados de elegir y autorizar las imágenes, los editores de página o fotográficos (según sea el caso). El panorama actual resulta aburrido. Resulta realmente muy homogéneo el tratamiento fotográfico de revistas como “Triunfo”; o de los suplementos de deportes de los diarios “El Mercurio” y “La Tercera”, los más leídos e importantes del país.

Conforme se pasa de una página a otra se van repitiendo las mismas instantáneas, como la clásica imagen de dos jugadores de fútbol disputando un balón, la que incluso se repite de la misma manera en otros deportes cambiando solo los protagonistas y los elementos de juego. En los suplementos deportivos de “El Mercurio” y “La Tercera”, así como en la casi totalidad de los medios que dedican información al deporte, se aprecia la utilización de los mismos recursos técnicos: profundidad de campo baja (sobre todo en las portadas de los suplementos), profundidad de campo media y congelados.

Muy interesante resultaría que los reporteros gráficos utilizaran otro tipo de recursos técnicos, como el barrido, el sugerido e incluso, el vibrado; los cuales utilizados de buena manera podrían entregar una nueva manera de dotar de arte y significación nueva a las imágenes. Uno de los pocos intentos por mostrar fotografías “distintas”, ha sido la “foto del día” que se incluye en la última página de la sección de Deportes de El Mercurio, donde se mostraban imágenes del mundo del deporte con elementos artísticos y destacada composición: ¿el problema? Se muestra sólo una foto, la que además es extranjera. Vemos así que no existen nuevos recursos técnicos, aplicados en el plano de la fotografía del deporte a nivel local (nacional).



La invitación del siglo XXI es a ser vanguardistas, a buscar nuevas formas de mostrar las cosas que nos agradan y nos desagradan en nuestra realidad. Por ello, en nuestro país se debe trabajar más con el tema de la composición, con la búsqueda de nuevos ángulos y nuevos recursos que puedan ir surgiendo en la misma práctica fotográfica. Sin embargo no todo es oscuro y tradicional, en el último tiempo ha ido ganando terreno “D13 La Revista”, revista deportiva que ha intentado acercarse a un formato en que las imágenes son dotadas de nuevos recursos de composición y expresión. También, ha sido relanzada en Chile con una fuerte estrategia de marketing la revista “El Gráfico” (que proviene de Argentina), la que se especializa en fútbol y que claramente ha sido valorada por un público que aprecia el aspecto estético y la trascendencia que genera dicho deporte dentro de las masas. Con todo lo anterior, no resultaría nada de mal que los editores gráficos locales diesen una mayor libertad a sus fotógrafos, les diesen mayor libertad para buscar, para crear, y así cambiar la concepción tradicional que ha dominado la fotografía deportiva en Chile.

Fotográfo Internacional: David Burnett

David Burnett ha fotografiado el mundo por casi 40 años. Su multiplicidad de talento lo ha llevado a trabajar en distintos frentes noticiosos, destacando su labor en la fotografía deportiva, dónde ha prevalecido su mirada particular de retratar los momentos precisos en diversas disciplinas. Tal es el caso de su foto en donde aparecen peleando dos esgrimistas, en vez de utilizar el congelado, Burnett aplica una técnica que permite deformar a los deportistas, dejando el fondo oscuro, en donde aparecen las sombras del público, y en el fondo, el flash de una cámara fotográfica.

Otra de sus imágenes, y quizás una de las más conocidas, es aquella en que retrata a una atleta norteamericana, que debido a una lesión debe abandonar la competencia. El énfasis que Burnett le da a la fotografía, está enfocada a mostrar lo desgarrador que se desprender de su rostro, que muestra un dolor no tanto físico (lesión), sino que también el dolor de abandonar una competición para la que la deportista se había preparado durante tantos meses.

En lo referido a su trabajo en la fotografía deportiva no existen entrevistas disponibles sobre Burnett. Sino que sólo una sobre su trabajo cubriendo los efectos del huracán Katrina, trabajo que le fue solicitado por la National Geographic en enero de 2006. A continuación, un extracto de una entrevista realizada a David Burnett sobre su trabajo cubriendo este desastre natural (la entrevista original está en Inglés. La traducción es nuestra).


¿Cuáles son tus especialidades fotográficas?
Gente, el retrato rápido. Esas situaciones en donde no tienes mucho con que trabajar, como por ejemplo cuando tienes problemas de luz.
¿Cuál fue el aspecto más duro del trabajo?
Nunca dejé de sorprenderme. Repetidamente podrías conducir en la misma calle, ver el mismo daño calamitoso y seguir sorprendiéndote. Ver a la gente, como estos fueron humillados por las fuerzas de la naturaleza. Era impresionante, era algo “verdadero” en una ciudad que quedó en un estado increíble.
¿Qué efecto personal o para tu carrera como fotógrafo causó tu trabajo?
Es duro responder eso antes de ver el trabajo terminado, en el plano profesional. Pero para mí como fotógrafo, fue un verdadero temblor del alma. Me gustaría ver a los 60 años lo que la vieja cámara fotográfica podía hacer cuando la dejaste. Eso va a ser lo más lindo del trabajo que realicé.
Tu último trabajo ha incluido historias internacionales de grandes adversidades y profunda devastación.

¿Es diferente cubrir esto mismo pero en tu país?
Es muy distinto trabajar sobre una “zona desbastada” o una “zona de guerra” en tu propio país, cuando hemos sido tan inmunes a estas clase de cosas. Es impactante ver a tu gente viviendo en moteles porque se van de sus casas, dejando los trabajos y toda una vida por detrás. Siempre es impresiónate cubrir noticias cuando las cosas ocurren tan cerca de ti, a la larga piensas que te podría haber tocado.






Fotografía y Deporte

Más allá de las clásicas y apáticas fotografías que se repiten diariamente en las publicaciones deportivas u otro tipo de medios de comunicación que informan sobre deporte (diarios, sitios web, entre otros); también nos encontramos con que existen autores y publicaciones que han sabido mostrar una mirada distinta, centrada en rescatar la esencia de la foto deportiva.

Captar de manera artística el esfuerzo físico, mental y el desarrollo que alcanza el ser humano a través del deporte, resulta una tarea fundamental a la hora de retratar los miles de sucesos que ocurren en la competencia. Los triunfos y derrotas de los atletas han sido plasmados desde hace cientos de años por la fotografía; esto, sumado a lo interesante que resulta el deporte para la mayoría de las naciones, hace que la fotografía deportiva quede inscrita muchas veces para siempre en la retina visual de los ciudadanos, siendo transferidas de generación en generación.

Ejemplo de lo anterior, son las fotografías que en nuestro país se publicaban a mediados del siglo pasado en la revista “Estadio”. Dicha revista cada semana se caracterizaba por mostrar sendos reportajes de los deportistas del momento, acompañados por fotografías (generalmente retratos). Estas fotos lograban una gran notoriedad publica por que además generalmente eran de futbolistas, deportistas que a lo largo de nuestra historia deportiva siempre han ocupado un lugar de preferencia. Así se recuerdan las fotografías de Sergio “sapito” Livingston (portero), o del mítico Leonel Sánchez (delantero). En “Estadio” y otras publicaciones también se dedico espacio a próceres del deporte criollo como Martín Vargas (boxeador), Marlen Arens (atleta), entre otros.

La exploración desde una mirada artística del deporte, conlleva a una reflexión sobre el cuerpo, sus transformaciones y los límites que este es capaz de alcanzar; además de la simple tarea de informar o poner en contexto. He ahí la importancia de resguardar la importancia de la fotografía, por cuanto se transforma en un elemento relevante para la manutención de nuestra memoria nacional, ya que permite mantener intacto el recuerdo de nuestra proezas, y de las derrotas, que en el caso de Chile son la mayoría y son un factor que permite comprender rasgos de nuestra identidad nacional.

Las instantáneas que se obtienen en un evento deportivo suelen tener el mismo patrón, pero está en la capacidad del fotógrafo concebir una imagen que comparta los elementos fundamentales de este rubro: explicitar la acción, buscar su lado artístico y ajustarla en un contexto determinado. La autora Rosa Olivares señala en su publicación “Citius, altius, fortius” varios elementos importantes a la hora de enfrentar un evento deportivo: “las formas en las que el deporte y los deportistas son tratados visualmente siguen siendo las tradicionales. El atleta, el deportista, es sobre todo un espécimen perfecto cuando se muestra aislado y un conjunto perfectamente armónico cuando se presenta en equipo. En la idea de equipo predominará el espíritu de camaradería, solidaridad y apoyo. En la imagen del deportista individual es el cuerpo, y su belleza, la que se fomenta”.

Además, Olivares agrega una crítica al escaso tratamiento dado por el arte al deporte, mientras que por otra parte destaca el aporte de la fotografía en este punto: “El arte ha tratado de una manera escasa y parcial el mundo del deporte pero la llegada de la fotografía ha mejorado sustancialmente este trato. Por un lado la fotografía deportiva ha ofrecido pormenorizadamente la evolución de cada uno de los deportes, y ha creado todo un subgénero. Desde el comienzo de la historia de la fotografía el tratamiento del movimiento, de la velocidad, el estudio del cuerpo, ha estado vinculado permanentemente con el mundo del deporte”.

Los deportistas siempre han sido muy importantes para los medios de comunicación y para el poder político. Ejemplo de esto ultimo es la utilización que el ex dictador chileno, Augusto Pinochet, realizada con cada uno de los atletas o seleccionados nacionales que salían a representar a la nación en el extranjero. Así fue como el general invitaba al Palacio de La Moneda al equipo de Colo Colo que jugaría la Copa Libertadores o a la selección chilena que disputaría el Mundial de Fútbol de España 1982. En esta última visita ocurrió el impasse, en donde el goleador criollo Carlos Caszely se negó a saludar de mano a Pinochet.

Esta tendencia a la utilización de los deportistas no es algo nuevo, se ha utilizado en gran parte del mundo, pero sobre todo y con mayor fuerza en los países subdesarrollados. Si la foto deportiva resulta interesante para las campañas políticas, como no lo va a ser para los medios de comunicación y revistas especializadas. En nuestro país, todos los medios de prensa escrita tienen secciones exclusivas para el deporte; además, dos de estos tienen suplementos especializados y con análisis de mayor profundidad, se trata del diario La Tercera y El Mercurio, a través de “La Tercera Deportes” y “Deportes Full”, respectivamente. Sobre las revistas dedicadas exclusivamente al deporte, encontramos las revistas “Triunfo” y “El Gráfico”.

En los medios chilenos, la foto deportiva sigue siendo muy plana y repetitivas, cuesta bastante encontrar alguna imagen conferida de elementos artísticos, que logre cambiar el establishment sobre la materia y sorprender de manera agradable al observador/lector. En el ámbito internacional podemos encontrar hermosas fotografías deportivas, como las que han sido premiadas en la pasada edición del World Press Photo, en donde se pudieron apreciar tres de ellas, que más que meras imágenes parecen ser las más bellas postales que ilustran lo pulcro que resulta el deporte en cualquiera de sus formas. Por decirlo deportivamente, la medalla de oro fue para una composición de gimnasia; la plata, para una pirueta de fútbol que premia el momento justo del clic; y el bronce fue para una instantánea que refleja las distintas facetas del juego de béisbol.

Así, vemos que la fotografía ha encontrado en el deporte una fuente inagotable de nuevas perspectivas; así como también el deporte ha logrado dar con un procedimiento técnico que logra captar con propiedad su esencia y su desarrollo, el retrato de lo bueno y lo malo. También vemos que este tipo de imágenes ha servido para vender infinidad de revistas y periódicos, del mismo modo que ha servido para la popularidad del poder político. Pero lo más importante que hemos buscado rescatar, es la importancia que tiene para la memoria nacional, en la manera que nos sirve para recordar las mayores proezas y fracasos de nuestra historia y desde ahí construir una mirada hacia el pasado y nuestro futuro. Por ello consideramos un requisito indispensable que los nuevos profesionales de la fotografía, sean capaces de generar imágenes transgresoras que reflejen los nuevos tiempos; saliéndonos así del típico retrato del jugador de fútbol con la pelota en la mano, y buscar así la desobediencia hacia las retrógradas concepciones de este tipo de fotos. Esta invitación, por cierto, se hace extensiva a los editores y a quienes se sirven de estas imágenes para construir sus notas, los reporteros.